2. [03-Mayo-09] Jugando con Wisi

Admin Mensajes : 8 Fecha de inscripción : 01/05/2009

El escenario, una secundaria en un día nublado y lluvioso. Los adolecentes, en un rato libre, se reúnen en una esquina del salón en penumbras. Dos jóvenes sostienen entre sus manos 6 lápices, formando el llamado…

Hace un par de años, se puso muy de moda entre los chicos un juego que podía realizarse de manera sencilla, con tan solo 6 lápices de colores, en cualquier lugar, un juego que de inocente, no tenía nada, pues a base de un sencillo conjuro, cualquiera podía invocar en ese juego a Wisi o Willie, como también le conocían, un ente que respondía cualquier pregunta a base de un sí o no, un juego, estilo la ouija.

La historia que hoy les traigo, queridos radioescuchas, llegó a mi atreves del medio que al final, pondré a su disposición. Es de una amiga a la que llamaremos Roxan, de Yucatán, y quien precisamente, tuvo una experiencia con este “inocente” jueguito de Wisi.

Era un día como cualquiera de escuela, en aquellas épocas lluviosas donde salir al patio no es posible, y con un profesor ausente, era como estar enjaulados. Como sabremos, en muchas ocasiones el aburrimiento no es del todo el mejor consejero, y a una chica, Jazmín, se le ocurrió proponerles jugar “Wisi”. A esas alturas ya más o menos todos tenían una idea de lo que era, por lo que, algunos aventurados, y otros curiosos, se fueron a una esquinita a ver qué pasaba con dicho juego. La chica sostuvo tres de los lápices y pidió un valiente que sostuviera los otros tres, pero a la hora, todos resultaron ser aves de esas que quiquiriquean, y solo Roxan se ofreció. Una vez formado el sitio de juego, Jazmín respiro profundo, después de decirle a Pedro, que estaba nervioso, que no era más que un duendecito al que llamarían, e invoco al ente. La primera pregunta fue:
--Wisi ¿Estás aquí?
Los lápices se movieron indicando un sí. Después de ahí, el juego se desarrollo en relativa “paz”. Ellos preguntaban cosas, sencillas, de chicos, y Wisi les respondía si o no, pero con la entrada de un profesor preguntando por tal alumno, Roxan se sobresalto y rompió la conexión… Jazmín la tranquilizo diciendo que no pasaría nada, y al menos, así transcurrieron los días, hasta que, cierta noche… Roxan comenzó a sentir miedo, verdadero miedo…

Estaba en su cuarto, recostada, cuando al abrir los ojos, se encontró frente a un pequeño, ensangrentado… quiso gritar, pero no le fue posible hasta que aquel fantasma, desapareció, mas no sería la última vez que lo vería, pues conforme pasaba el tiempo, los encuentros con aquel ser eran más frecuentes, e incluso en sueños la atormentaba, haciéndola petrificarse del puro miedo… marcharon los meses, y Roxan decaía por la falta de sueño y el pánico… un día, así como apareció, desapareció el fantasma, dejándola en paz, sin explicación alguna. Quedándole como clara moraleja que: Jugar con lo desconocido, no es una buena idea.

Roxan comenta que hasta el día de hoy se mantiene escéptica en muchas cosas con respecto a lo sobrenatural, pero que eso que vivo, fue tan real como el hecho de que están aquí, escuchando el mitógrafo.